Explicación, validez, cómo se otorga y cómo se puede impugnar un testamento ológrafo
Vamos a redactar con detalle todas las circunstancias que rodean a uno de los documentos más característicos de la última voluntad de una persona: el testamento ológrafo. Cuál es su definición, cuál es su ámbito de validez, cómo se redacta y otorga y en qué casos puede impugnarse.
¿Qué es el testamento ológrafo?
El testamento ológrafo es aquel tipo de testamento que deja el testador escrito y firmado de su puño y letra y que será certificado y protocolizado tras su redacción.
El Código Civil recoge la figura del testamento ológrafo entre sus artículos 688 y 693. En el primero de ellos, el 688, se puede leer lo siguiente:
El testamento ológrafo solo podrá otorgarse por personas mayores de edad.
Para que sea válido este testamento deberá estar escrito todo él y firmado por el testador, con expresión del año, mes y día en que se otorgue.
Si contuviese palabras tachadas, enmendadas o entre renglones, las salvará el testador bajo su firma.
Los extranjeros podrán otorgar testamento ológrafo en su propio idioma.
El testamento ológrafo puede entregarse a una persona ajena a los herederos legales. Dicha persona habrá de poner en conocimiento de los herederos su existencia, pues si este ha sido custodiado por un tercero, no constará en documento alguno. Y, como veremos más adelante, su presentación por el custodio habrá de realizarse en un plazo concreto para evitar perjuicios.
¿Cómo se redacta correctamente un testamento ológrafo?
Para que el testamento ológrafo no sea considerado nulo, ha de cumplir con una serie de requisitos esenciales. Dichas condiciones han de cumplirse y ser muy concisas.
Requisitos para redactar un testamento ológrafo
- Ha de estar confeccionado de forma manuscrita y firmado por el testador.
- Ha de constar el día, mes y año en que se otorga o redacta.
- Si el texto contiene palabras tachadas, palabras o frases entre renglones o al margen, estas han de ser aclaradas y corregidas por el propio testador bajo la firma.
Requisitos de protocolización y lectura
- Si hay una persona que custodia el testamento ológrafo, tiene un plazo de diez días tras el fallecimiento del testador para dar conocimiento de su existencia. Si este plazo no se respeta y como consecuencia de ello se vulneran los derechos de algún heredero, el poseedor del testamento será responsable de los daños y perjuicios causados.
- Independientemente de el plazo anterior, la protocolización ante notario del testamento ológrafo también cuenta con un plazo de cinco años para hacerse efectiva. Si el plazo no se cumple, el testamento pierde su validez.
- El testamento ha de ser abierto y leído por un notario.
- Hacen falta 3 testigos que acrediten como auténtica la letra del difunto.
Utilidad e inconvenientes de un testamento ológrafo
Las ventajas de un testamento ológrafo son los siguientes:
- Privacidad: únicamente el testador conoce el contenido y, salvo que confíe su custodia a un tercero, la existencia del testamento.
- No es necesaria la intervención de terceras personas para su otorgamiento. Cualquier persona puede redactarlo.
- Es la opción más simple y efectiva de escribir las últimas voluntades.
Las desventajas de un testamento ológrafo son las que siguen:
- El testamento ológrafo se presta a la impugnación por parte de algún posible heredero que vea afectados sus derechos. Si no fuera posible demostrar su autenticidad, quedaría invalidado tras el recurso.
- Si no hay conocimiento de su existencia o no se da a conocer por parte de los que saben que existe, la última voluntad del fallecido puede no ser tenida en cuenta.
- Un heredero forzoso puede no ser mencionado debido a diversas causas (preterición intencional o no intencional). En este caso se puede considerar el testamento como nulo.
- En algunos casos, un testamento ológrafo puede suponer una agonía para todos los implicados, sobre todo si su redacción contiene asignación de bienes inesperados o no disponibles por ley.
- El coste del notario que abrirá el testamento, lo leerá y lo protocolizará corre a cargo de los herederos.
¿Cuánto cuesta un testamento ológrafo?
La redacción u otorgamiento de un testamento ológrafo no tiene coste para el testador. Los beneficiarios de dicho testamento sí que tendrán que abonar los gastos oportunos que surgirán a posteriori y que pueden incluir alguno de los puntos siguientes:
- Gastos de notaría y protocolización.
- Comprobación del escrito por peritación caligráfica, en caso de ausencia de testigos cualificados.
- Impuestos y tasas de sucesiones (afines a todo tipo de testamentos).
¿Se puede impugnar un un testamento ológrafo?
El testamento ológrafo puede ser impugnado por cualquier persona con derechos sobre la herencia del testador. Para ello se cuenta con un plazo de 15 años desde la fecha de fallecimiento del testador para presentar una demanda en el Juzgado de Primera Instancia donde residía dicho fallecido. La demanda se ha de presentar con abogado y procurador.
Entre otras muchas, podemos considerar como causas más comunes de impugnación las siguientes:
- Impugnación por dolo o coacción. Se produce cuando se tiene conocimiento de que el testador sufrió amenazas o coacciones para redactar el testamento en un sentido o en otro.
- Impugnación por no ajustarse el reparto a la ley. Por ejemplo, si el testamento recoge un reparto de bienes que no respeta la legítima o deja a algún heredero forzoso fuera del reparto.
- Impugnación por incapacidad. Si se puede demostrar que el testador no estaba en plenitud mental, el escrito ológrafo puede ser invalidado.
- Impugnación por falta de requisitos. El testamento ha de cumplir con los requisitos que se han detallado al comienzo del artículo. Cualquier defecto de forma puede provocar su nulidad.
Aclaraciones sobre el testamento ológrafo
Tal y como hemos podido comprobar, las visicitudes e imprevistos que pueden surgir en una herencia con un testamento ológrafo son diversas y complejas. Si el testamento no cumple todos los requisitos legales o algún heredero se considera perjudicado en sus derechos, puede traer consigo una sucesión de demandas y conflictos legales que alargarán innecesariamente todo el proceso de reparto de la herencia y acarrearán gastos no previstos y no menos quebraderos de cabeza para todos los implicados.
Es por ello que siempre se aconseja acudir a un abogado especialista en herencias y testamentos para aclarar convenientemente todos los aspectos legales relativos a un proceso de redacción de testamento. Sólo así nos aseguraremos la tranquilidad de conocer que nuestra última voluntad se va a respetar y el reparto de nuestros bienes se va a hacer conforme a nuestros deseos.
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